Por: Imbera Staff en 27 de agosto de 2019 12:06:22 CDT
El mal uso del equipo de refrigeración en tu negocio te puede generar pérdidas por partida doble: por el deterioro de los productos en él almacenados y por el consumo excesivo de electricidad.
Incluso los refrigeradores más modernos y eficientes pueden no ofrecer los resultados esperados, y acortar su vida útil, si debido a una mala operación en tu negocio se les somete a sobrecargas que afectan su funcionamiento y los exponen a averías.
Las fallas pueden representar la pérdida de alimentos o productos porque se deterioran bajo condiciones de frío inadecuadas o una perturbación de tus operaciones cotidianas, y en los casos más graves, pueden llegar a provocar un problema de salud entre tus clientes.
Reconoce problemas y prevé pérdidas
La mejor práctica es la prevención, por tanto, es importante que sepas reconocer cuándo tu equipo de refrigeración da señales de que está fallando:
- No enfría los alimentos adecuadamente. Cuando la temperatura interior no es la indicada para el tipo de alimentos almacenados, estos se deteriorarán rápidamente y serán medio de cultivo para bacterias y otros patógenos.
- Los ventiladores no giran o se atoran. Una mala ventilación no repartirá bien el frío al interior del refrigerador, por lo que unas partes estarán más calientes que otras y los alimentos no se enfriarán de manera uniforme.
- Un termostato defectuoso no regulará debidamente la temperatura interior y los alimentos pudieran deteriorarse.
- Una avería en el compresor afectará la constancia en el control de la temperatura del interior del equipo.
- La suciedad o congelación puede dañar los espirales de refrigeración y esto afectaría a la regulación de la temperatura.
Optimiza su uso mediante un correcto mantenimiento
Puedes optimizar el uso de tu equipo de refrigeración y evitar estos problemas con el debido mantenimiento de rutina y siguiendo estos consejos:
- Limpia la unidad habitualmente para que funcione correctamente y no se desgaste más allá de lo que representa el uso normal.
- Reemplaza oportunamente las partes averiadas. La detección a tiempo de las potenciales causas de descomposturas te ahorrará mucho en tiempo y dinero, ya que puedes programar la reparación para momentos en que no afecte tu operación.
- Lava y revisa las aspas del ventilador. Si notas alguna grieta o rotura, o si no giran a la velocidad acostumbrada, es momento de cambiarlas. Además, la acumulación de suciedad puede producir sobrecalentamiento.
- Mantente alerta a las variaciones de temperatura de los alimentos y productos almacenados. Así podrás detectar cualquier falla en el termostato u otros componentes y repararla antes de que sea grave.
Las costosas malas prácticas en el uso y mantenimiento de tu equipo de refrigeración pueden resumirse en estos cuatro errores:
Optimizar el uso de tu refrigerador comercial significa ahorro en costos y en riesgos, lo cual resulta en una mayor eficiencia y rentabilidad. No descuides el mantenimiento de tu equipo de refrigeración y disfruta mucho más tiempo de tu inversión.
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