Por: Imbera Staff en 30 de abril de 2019 11:41:56 CDT
Mantener altos estándares de limpieza en restaurantes favorece no solo la higiene del lugar, sino también la aceptación de los clientes.
Las reglas de higiene en restaurantes son muy estrictas con el fin de cuidar de la salud de los comensales, pero unas instalaciones atractivas y limpias atraen a los clientes e impulsan las ventas.
Una cocina y utensilios relucientes permiten mantener la higiene de los alimentos, mientras que alfombras y baños limpios hablan bien del cuidado que pones en brindar la mejor atención. En este sentido, en la industria restaurantera se habla de higiene interna y externa, es decir la que se confina a la cocina y la que se extiende a las áreas a la vista de los usuarios.
Los riesgos de no poner suficiente atención a la limpieza se resumen en los siguientes:
- Aumenta la probabilidad de que los ingredientes y los platillos se contaminen y produzcan intoxicaciones en empleados y clientes
- Pueden suscitarse incendios en la cocina por la acumulación de suciedad y cochambre en campanas y estufas
- Se genera una mala reputación si los baños, el piso, las mesas o los cubiertos, platos o vasos están sucios
¿Cómo mantener limpio mi restaurante?
Para no descuidar ningún aspecto y te asegures de que todo, dentro y fuera de la cocina esté limpio, lo recomendable es establecer un protocolo de limpieza que puede incluir estas reglas para que las siga puntualmente tu personal:
- Fregar el piso cada media hora.
- Supervisar que todo esté limpio y en su lugar en la cocina cada hora.
- Limpiar las mesas constantemente, siempre después de un servicio y con regularidad si no han sido usadas para retirar el polvo que pudiera acumularse.
- Lavar los baños y retirar la basura cada media hora.
- Fregar las ollas y los platos sucios conforme se desocupen en la cocina o regresen del comedor para evitar su acumulación.
- Fumigar periódicamente para evitar la aparición de plagas.
- Confirmar que los pedidos de alimentos recibidos hayan sido transportados de manera segura y sin romper la cadena de frío cuando la haya.
- Almacenar los ingredientes en las condiciones adecuadas de humedad y temperatura.
- Asegurarse de seguir una política para manipular correctamente los alimentos, evitando la contaminación cruzada y su rápido deterioro fuera de refrigeración.
- Verificar que los vasos y platos a utilizar estén perfectamente limpios.
- Hacer que el personal use uniformes que denoten pulcritud.
De más está decir que al final de cada jornada se debe realizar una limpieza a fondo tanto de la cocina como del área de comedor.
Se deben retirar todos los residuos de las campanas y estufas, limpiar el interior de los refrigeradores y fregar las mesas destinadas a la preparación de los platillos, así como disponer debidamente de la basura. En el restaurante, todas las superficies, adornos y plantas deben ser limpiados constantemente para evitar que acumulen polvo.
Un restaurante pulcro a la vista habla también de la limpieza de lo que no se ve. Esmérate en mantener la higiene y la clientela nunca te faltará.
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