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Aprende a refrigerar adecuadamente los diversos tipos de alcohol

La existencia de una gran variedad de bebidas alcohólicas nos permite disfrutar y acentuar las características de diversos platillos. Sin embargo, aun y cuando la mayoría conocemos los básicos en torno a su consumo y conservación, es fundamental ampliar este conocimiento si se ha tomado la decisión de abrir un negocio dentro de la industria restaurantera, especialmente quienes se adentran en el mundo de la gastronomía y coctelería.

Ellos deberán adquirir conocimientos clave que les permita alargar la vida de sus bebidas lo más posible, a fin de evitar afectar su composición o sabor. Si bien una botella de bebida alcohólica puede durar largos periodos de tiempo mientras se mantiene cerrada, la realidad es que su contenido sí es perecedero.  

En este artículo te presentamos los conocimientos que te permitirán mantener las bebidas a la temperatura, sabor y textura apropiada. 

Métodos de conservación según el tipo de bebida

Para lograr que una bebida alcohólica conserve sus propiedades y no se vea alterada ni su composición ni su sabor, es necesario conocer cuáles de ellas deben refrigerarse, guardarse en un congelador e, incluso, cuáles es mejor conservarlas en lugares oscuros y frescos. A continuación te presentamos los mejores métodos de conservación.

Cerveza, vino y champaña

La luz solar y el calor son dos factores que suelen afectar enormemente a la mayoría de las bebidas alcohólicas, en concreto al vino, la cerveza y la champaña. Por ello, es conveniente mantener sus botellas en lugares oscuros que logren conservar la frescura de su contenido.

En cuestión de almacenamiento, las cervezas pueden permanecer en bodega un par de meses hasta ser consumidas. A diferencia del vino o la champaña, bebidas que pueden extender su vida en anaquel hasta un año, o año y medio, después de su compra.

Sin embargo, estas condiciones cambian una vez que éstas han sido abiertas. Por su parte la cerveza, para conservar la espuma y el gas que la caracteriza, debe ser consumida en su totalidad una vez abierta. El vino, de no consumirse la botella completa, deberá ser puesto en refrigeración, extendiendo su longevidad hasta por tres días antes de adquirir un característico sabor avinagrado, lo cual dependerá, en gran medida, de la edad y la variedad de uvas que lo constituyan. Por último, la champaña también debe de ser consumida en no más de un día y conservarse en refrigeración, en caso de no hacerlo, su calidad burbujeante comenzaría a desaparecer.

Licores con alto índices de alcohol

Los licores con un mayor índice de alcohol son los más fáciles de mantener y, además, los más longevos. En ellos, uno de los requisitos más importantes para su conservación es evitar que la luz solar les dé directamente. Esto podría afectar su color, sabor e incluso su proceso de evaporación. Es así que, para mantener bebidas alcohólicas como el whisky, brandy o ron en perfecto estado, será mejor guardarlas en un lugar fresco, con poca luz y en posición vertical.

Ahora bien, como en todo, hay quienes prefieren guardar ciertas bebidas; tales como la ginebra, el vodka o el tequila, en el congelador. Al respecto, los expertos recomiendan congelarlos aproximadamente una hora antes de servirlos, a diferencia de las bebidas cuya base está compuesta de crema, las cuales se pide conservar en refrigeración para alargar su durabilidad hasta por dos años.

Finalmente, la intención de distinguir las características propias de cada bebida alcohólica es conocer su mejor método de conservación para mantener su color, aroma y, por supuesto, su sabor. Alcanzando el propósito de invariablemente servir la más alta calidad en bebidas, coctelería o maridaje.

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